Es curioso esto de los prejuicios,y confieso que yo era uno más de esa mulitud,contra los psiquiátricos.Que la gente tiene muy mala idea de ellos será porque no entienden ni quieren entender que la sociedad en general,y las personas es particular,estamos expuestas día a día a cargas emocionales,sinsabores,problemas de todo tipo,etc con todo lo que ello conlleva.No todo el mundo tiene la misma capacidad de aguantar determinadas "cargas".
Tambien el cine,la televisión y los medios de comunicación son culpables de estos errores,de estos prejuicios,que para mi y visto lo visto desde hoy son gravísimos y que en absoluto reflejan la realidad.
Hay mucha gente,efectivamente,que es capaz de cargar con dichas "cargas",lo que no significa que sean fuertes(creo que incluso tarde o temprano pueden explotar como una bomba de relojería).Hay otras sin embargo que llega un momento en que todo nos desborda y no somos capaces de afrontar eso.La pregunta que yo hago ahora a la sociedad es:
-¿Es un delito,tara,o maldición,llamádlo como queráis,el que en un momento dado una persona "caiga"?
Afortunadamente y por experiencia propia ese prejuicio de esta sociedad hipócrita,consumista e insolidaria,lo he desterrado para siempre.
Reflexionad sobre esto,lectores,que el ingresar en un psiquiátrico no te convierte en un maldito ni en un loco-otra palabra que gracias a Dios he aprendido a despreciar-y el meterte "dentro" no es ingresar en la antesala del infierno.Sólo hay PERSONAS,que allí "dentro" no dejan de serlo por muy graves que sean sus cargas emocionales.
Nadie se animaliza allí dentro,si es que el ser humano se puede animalizar más,claro.Quiero decir,que una vez "dentro" uno no se convierte en una bestia,simplemente es un paciente más.Como si fuera a un dentista,vaya.Salvando las distancias,eso sí.
A pesar de este alegato de defensa,los de "fuera" seguirán pensando lo mismo:que somos unos bichos raros,que tenemos que estar encerrados,que no somos sociedad.Y lo peor de todo que eso marca de por vida de un modo negativa.Es cierto que marca,pero no del modo que esa manada de borregos cree,sino al revés.
Reconozco,eso sí que hay casos y caso.Más graves y menos graves.Esto es evidente pero a pesar de todo,seguimos teniendo humanidad y sentimientos,pese a quien le pesa.Y eso hay que respetarlo sí o sí.
CONTINUARÁ
Jeff W.
martes, 12 de febrero de 2008
Capítulo 2:Entrega 11
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5 comentarios:
Me ha encantado esta entrega. Estoy totalmente de acuerdo contigo. En mi entrada comentaba que tuviste valor al querer ingresar en un centro psiquiátrico, porque yo solo los conozco desde fuera por la "publicidad". Y esa publicidad es engañosa. Gracias por explicarlo aquí. Es un alivio saberlo.
no quiero ser repetitiva, tu lo explicas maravillosamente... pero me ha tocado la fibra, por lo menos la sociedad occidental (que es la que yo más conozco) si estás ingresado en un "manicomio" es como si tuvieras la lepra, te ponen una marca que no te quita nadie... He trabajado con un psiquiatra, y sé de lo que hablas. pero me gusta mucho leer como tu lo ves del otro lado de la barrera, como paciente, como ser humano. Gracias por compartirlo
gracias a las dos por vuestras palabras,chicas.
Ya no falta mucho,en el diario y en el relato,para ir al grano.Que lo sepais
Tu tranquilo y a tu ritmo Jeff, que cuanto antes empiece "el grano" antes se acabará. Y como dice Rafaela, es un placer leerte y me gusta como relatas, todo muy comprensible, nada de tecnicismos...
Un beso!
Me parece que los prejuicios contra los centros psiquiátricos han menguado bastante, sobre todo desde que dejaron de llamarse manicomios, que es una de las palabras más horrendas que existe, y desde que los internos dejaron de llamarse locos.
Por otra parte, es lógico hasta cierto punto que lo que engloba el mundo de la enfermedad mental sea muy desconocido, y por lo tanto la gente que no sabe del tema tiene miedo a esa incertidumbre.
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