jueves, 21 de febrero de 2008

Capítulo 4:Entrega 27

La conversación poco más duró.Yo esperaba que al menos estuviera allí metido una media hora o una hora,pero en cinco o diez minutos estaba "despachado".Me despedí afablemente y volví a toda leche al C.C donde Yosu seguía pacientemente intentando reclutar personal para los ejercicios físicos.Una vez,más o menos,conseguido un número aceptable de gente nos dirigimos todos a la sala que da al C.C.Sí,aquella que tiene una cristalera enorme,y una tele en lo alto sin "jaulas".Reducido espacio para una docena de personas,o quince quizás.Y mientras nos sentábamos en la mesa,y los que iban llegando rezagafos ocupaban los sofás,Yosu empezó a apuntar a la gente que había acudido.Incluso mandó a uno a buscar a más personas,no con mucho éxito la verdad.
De camino a la sala,yo me acerqué a Luis para ir tomando nota de a donde coño íbamos y que haríamos.Me lo explicó perfectamente."Gimnasia despues del desayuno,a ver que pasa",concluí para mis adentros,no con mucho entusiasmo pero tampoco con disgusto.

Empezó la sesión.Nos levantamos de las sillas,¡a sus órdenes!,y formamos una especie de corro alrededor de la mesa.Los ejercicios físicos eran muy simples en si,pero muy efectivos.No sólo consistían en mover extremidades,estiramientos,etc,sino que había que "sentir" como el cuerpo realizaba cada movimiento.A parte las inspiraciones y expiraciones que se realizaban en casi todos los movimientos.Cada sesión duraba sobre una hora,y os aseguro que una vez acabada salías de allí relajadísimo y sudando bastante.Al menos eso fue lo que yo experimenté.

Por supuesto siempre había alguno o alguna que se iba antes de tiempo y se acomodaba en el sofá.Tambien otros con quejas varias,sobretodo Cristina,que repetía,suplicaba y rogaba constantemente el irse de allí a pesar de estar tumbada en el sofá:alegaba sueño.Yosu la intentó convencer de mil maneras pero fue en vano.Supuse pues que el asistir o no a esas sesiones era algo voluntario,aunque no entiendo que alguien fuera para después pedir marcharse.

Las quejas o comentarios de algunos/as una vez iniciada la sesión no eran atendidas de ningún modo.Yosu seguía con su trabajo y punto.No era raro pues,que a mitad de los ejercicios alguien abandonara,se sentara en el sofá o saliera de la sala.Pero en general los que participábamos digámoslo así "activamente" nos quedábamos hasta el final.

Es imposible describir los ejercicios uno por uno,sólo sé que debían de tratarse de técnicas de relajación,igual era alguna técnica oriental tipo Zen-o lo que demonios fuera-.Es algo que se me olvidó preguntarle a Yosu.

Lo que si recuerdo perfectamente fue el último ejercicio de la sesión.Fuimos a una habitación a por unas colchonetas,las colocamos en el suelo y nos tumbamos cada uno en su respectiva colchoneta.Ojos cerrados,labios ligeros...cuerpo relajado,en fin,todo lo que Yosu nos iba narrando.Me llamó la atención lo del "punto azul":consistía en imaginarse en el centro del pecho un pequeño punto azul,de luz azul muy brillante que poco a poco iba creciendo y creciendo hasta que llenaba nuestro cuerpo y lo eliminaba de toda negatividad.Él narraba y nosotros sentíamos,supongo que cada uno a su manera, claro.
Para mi resultó fantástico.Llamadlo sugestión o algo así,el caso es que funcionaba.Pero lo mejor de todo fue el final:nos hizo imaginar que estábamos en una playa,lejos de problemas y preocupaciones,ligeros de ropa y con un sol y una brisa acariciándonos la piel.Es curioso como la mente,si estas relajado,es tan receptiva a estas cosas.Porque yo,aparte de que me estaba quedando dormido de lo plácidamente cómodo y agusto que me sentía,sí que me visualicé en esa situación imaginaria.
Sesión finalizada,tras él concluir la narración y pasar unos minutos en silencio.Me costó levantarme pero bueno...salí de allí como cuando sale un coche recien arreglado del taller mecánico.

CONTINUARÁ

Jeff W.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Esas técnicas las útlizan mucho en Yoga, Tai Chi, Chi Kun...etc. es relajación. Para "vaciar" la mente y hacer un poco de limpieza en ella. Lo puedes seguir haciendo si te apetece, yo lo hago a menudo sobre todo cuando no puedo dormir.

:)

José Miguel dijo...

Está muy bien que en el hospital se hicieran esos ejercicios físicos, más que nada lo digo porque el día si no sería muy largo.

Jeff W dijo...

a gata:no lo he vuelto a hacer desde mi estancia alli dentro.pura vagancia,supongo

a jose:los días no eran tan largos como pueda parecer.siempre estabas o con una cosa o con otra.Las horas volaban,siempre que supieras como.Y yo era un culo inquieto por lo tanto no paraba ni un minuto.