domingo, 24 de febrero de 2008

Capítulo 5:Entrega 34

Hablando de su extraño proceder,para muestra un botón:me dirigí al cuarto de baño para orinar y me decidí por el primer habitáculo.Cuál fue mi sorpresa cuando me topo allí con él.Tenía la luz apagada y estaba como Dios lo trajo al mundo.

Cerré la puerta,excusándome,y oriné en otro retrete.Y lo más rápido que pude salí de allí y bien por miedo o por lo que fuera no le conté nada a nadie.Pero no tardó en saltar la liebre.A los pocos minutos,un pequeño tumulto entre enfermeras y curiosos varios se agolpaba en el cuarto de baño de los hombres.Vini había visto lo que yo y había avisado a las enfermeras.Yo me hice el despistado como si todo ello me resultara extraño.Me acerqué de nuevo hasta alli y atiné a preguntar a Vini.

-Oye,¿que ha pasado ahí dentro?
-Pues nada,que han encontrado al nuevo,desnudo y con una erección-contestó Vini.
Dicho esto,las enfermeras procedieron a echarle una reprimenda a Evaristo y los curiosos nos retiramos a nuestros quehaceres y matarratos cotidianos.

"Esto cada vez se está poniendo peor".Ese pensamiento me martilleó la mente el resto del día."Pero,¿que coño le pasaba a aquel tipo?".Todo un misterio-para mi-sólo los psiquiatras dek centro lo sabrían-y la familia de Evaristo,claro-.En cuanto a mi prefiero no formular hipótesis en forma de respuestas.Ya tenía bastante con saber que ese sujeto compartía habitación conmigo.Pues sí,para echarse a temblar.En esos momentos ni se me ocurrió pedir que me cambiaran de habitación,porque con toda seguridad no me sería concedido.Hubiera dormido en la S.T con tal de no toparme con "él",o incluso en la ducha,o en el suelo,o en cualquier otra parte.

En fin,que no me quedó más remedio que resignarme y aguantar como pudiera.Por mucho acojone que tuviera-que lo tenía-,yo estaba allí para lo que estaba y no iba a dejar que nadie se interpusiera en mis propósitos,por mucha tentación que en ese momento tuve de pedir el alta voluntaria puesto que había ingresado voluntariamente e imagino que no sería dificil que me la concedieran.Afortunadamente ese pensamiento fue absolutamente fugaz.Estaba decidido a seguir adelante,después de todo lo que habia costado decidirme no me podía echar atrás.Sería una cobardía imperdonable.Y no presumo de valiente,no.Más bien al contrario,pero una cosa es ser cobarde y otra gilipollas y sin sentido del peligro.Lo primero,pase,lo admito.Pero lo segundo ni hablar,de ninguna de las maneras.

En la S.T se comentaba el incidente.Kiko fue uno de los más claro al decir:
-Este tipo tiene la mirada "atravesada".Tiene pinta de malo,de peligroso.
Y aunque prejuzgar es malo,no me quedó más remedio que darle la razón a Kiko.Lo que equivalía a aumentar mis preocupaciones,pero al menos no era yo sólo el que se dió cuenta de lo que pasaba.Si la primera impresión es la que cuenta,Evaristo no podía haber empezado peor.

CONTINUARÁ

Jeff W.

0 comentarios: